El punto es que comenten; ustedes saben, queridos: es necesario...

lunes, 23 de mayo de 2011

Justificación




"Only unfulfilled love can be romantic."
—Woody Allen

"...ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar."
—Rodríguez


Basado en el hecho de que las manzanas son rojas y el cielo azul, como el poeta de Big Fish, y…, ja, mentiras! Es la forma de presentarme a vos, Lise bonita. Mi justificación: pero primero mi temperatura, como aconseja González: Summertime de Seacrest:(http://www.youtube.com/watch?v=PySJd54Ilx0). Después de leer las frases cortazarianas en tu ventana, me ubiqué en otras noches más felices en la Beatífica, noches donde Julio y vos en American, un jueves de tango y Solís, después de la semana, antes de Bucósqui. Todo era muy distinto; como con Neruda nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, más o menos. Aveces me contristan estas cosas. Pero las tristezas se llevan debajo del bolsillo de la camisa todos los días hasta que, en una ventana, se entretiene tanto el espíritu, perdón ―lo que dicen genéricamente llamar espíritu―, ...leyéndote por esa ventana, cocinándome plácidamente en vos como recuerdo, como posibilidad, como imagen estética del Face…

[Hay momentos en los que me creo enredar, de esas cosas que uno no acaba de convencerse, pero las presiente. Yo, para efectivamente no enredarme, escojo la mejor de las posibilidades que es la omisión, en este caso, por lo menos. Es decir, me pude haber enredado como no me pude haber enredado, cualquiera de las dos antes de enredarme era posible. Actuando en analogía con lo anterior, como puedo y no creer que estoy tomando una cosa por otra, enredándome una y otra y una otra vez, entonces omito lo real y elijo la segunda posibilidad, diciendo:]

Esa noche Lise, ya me había quitado el buzo y la bufanda y la barra la tenía mojada con aguardiente y agua. Todavía no fumaba. Y, mientras Julio, del otro lado, al frente mío, cantaba los Panchos o los Tres Reyes o Edmundo Rivero, yo ponía la copa para pasar las páginas del librito que me regaló Carlitos, el que escribió Rayuela, leyéndote a vos ahí en el sentido de esas líneas: eras un para-sentido almibarizador. Eras como una esperanza, un posible camino esa y esas noches que volviste a recordarme hace cuántos quince días, con Claudia, la otra ondina; bajando por la quesera, sin mirarme, me dijiste pudo haber sido perfecto, Tano, pudo haber sido… Yo asentí y asiento sacándole el dedo a Woody Allen en la película “Whatever Works”. Porque las posibilidades que no han sido no son ya del todo desechables ni muertas, ése es el asunto. Además, en su condición de recuerdo, poetizan a todo aquél que goce de facultad poetizadora que la vida reparte de a poquito. A vos te llegó, como larena, de apuñados, exquisita, derramada. Ah Lise…y cómo me acuerdo…

Y, no, o sí, pero hay que volver a lo serio, a seguir haciendo confetti pal olvido, archivándolo, otro escaloncito a… lo mismo. Nada. Sobre esto no hemos hablado lo suficiente aunque sea de lo único de lo que hablemos, cariño, la vie… ¿Has salido con mejores conclusiones acerca de esto en el tiempo que no sé de vos? Yo, por ejemplo, sigo mordiéndome los dedos, ja. La justificación, ahora sí: te vi, me acordé de…, me acordé y me enredé en…, con citas de Cortázar y Amélie, con una noche en específico. Y, Lise, no me interesa no hablarte. Así no se toquen o sí las manos. De esto se trata todo, hubiéramos podido ahorrar diciéndolo simple así: "qué tal, la escuela, los niños, el clima, los novios, el café, la academia, libros, camas, pelis, tardes, pero no lo dije así, lo siento...


Aur'voir,



—G Ochoa V.
La Beatífica, 22 de mayo del once.

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