Como sé que de nada sirve decirlo, igual lo digo. Peor sería escoger el silencio, dejando la posibilidad abierta a... uno nunca sabe. Por eso, y porque no tengo nada mejor que hacer, subo mi wishlist, y dios proveerá, oj-alá, algún distraído se aplique en cumplirla. Pues, así, señor o señora distraído-da —spistiano-na—, tengo muchísimos deseos y, póngole unos de ellos, con la esperanza de verles realizados, à votre guise. The anatomy of melancholy, que vi reseñada en un texto sobre la estupidez. Poético desde el rótulo. Robert Burton... Eso primero.
Segundo:... Un camafeo con la imagen de Miles Davis grabada y en óleo color piel negra. Si con esto les ofrecen Kind of blue, 180g Vynil, de Columbia, la experiencia podría estar completa. Métale, entonces, una botellita de Malbec Catena que, sin más especificidades, la noche será motivo de recuerdo. Un último deseo: My blueberry nights y que llueva y que haya cigarros y entendamos un poquito mejor a Kar Wai y Jones.
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