El punto es que comenten; ustedes saben, queridos: es necesario...

domingo, 15 de febrero de 2009

Decid cuando yo muera...


Igualmente no me van a leer. Dejo constancia de que en algún momento quise ser eterno, pero la palabra me pareció tan grande, tan inasible, tan mayúscula, que me dio sueño y me eché a dormir. Cuando llegue a la conclusión de que en algún rincón del esfuerzo hay placer, hay residuos de juego y baile, voy a ser grande: lo digo. Por ahora me quedo con mis bolitas de papel, y mis libros que nunca dicen nada... Por ahora les dejo mi salud, no hay mucho más que ofrecer.

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