No sé si le gustará, no sé si yo deba volver público esto que nada tiene de interesante (ni para los hombres ni para los perros), de eso que la gente ilustre sabe hacer. Debería reprimirlo también porque ella, que sigue viva, lo podría ver y los que la ven a ella y los que ni la pueden ver. Uno debería ser cuidadoso, pero tengo y hay tantos adentro que el cuidadoso queda reducido y eclipsado y todas esas palabras que se inventaron para decir lo que quiero decir... Sin ado más lejos, le deposito en su casillero esto que ya conoce, Malbaynaz, querida, me acordé que necesitaba a alguien que no tuviera vocación de contador de arena, de esos crononeuróticos, y te aparecés olvidada del olvido... Loynaz, yo me dije que qué bueno escribirle algo pa que no se olvide de mí, que dejo de ver a la gente y siento que me olvidan, como un recuerdo maluco después del sueño, pero ya no era necesario porque me lo dijiste en secreto por la ventanita. De todos modos, concluí, le podía decir algo, como para asegurme de que no me olvidaran, olvidaras, olvidaranas, malva blues, y escribí esto menosprimiendo el instinto de preservación que nos amarra los dedos desde arriba. A pesar de que me tocó escribir con los poquitos dedos que tenía libres, como haciendo los pinceles de cabello de viejo calvo de los que habla Juan Efe, me (aunque viéndolo bien, tampoco es tan terrible hacerlo, puede que haya estado echando babas todo el tiempo, con la boca en forma de nube, disculpe usted, señorita, ¿Lumiere Blanche?)...
Un saludo con amor elmánico —no es tan raro como dicen y ven, en serio.
Firma: Jostaf...
Posdata, ta: lo de elmánico es pura postura nomás, eufonía, ya sabés cómo me gusta la música...
1 comentario:
seguro si le va a gustar
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